sábado, 12 de mayo de 2012

Sesión 15

Conclusiones finales:
No podemos perder de vista las medidas de prevención: la educación en valores, empatía y en el respeto de las diferencias son fundamentales para que éstas situaciones no se produzcan. También el que los papás puedan enseñar a los niños a defenderse y hacerse respetar (desde la palabra), a no reírse cuando se meten con un compañero y a poder acudir a un adulto si sienten que ellos no pueden hacer nada para dar fin a la situación. Todo esto será más fácil si existe una relación de confianza suficientemente buena entre padres e hijos y si los niños tienen una autoestima lo suficientemente sólida (ahí los papás pueden ayudar valorando sus cualidades positivas y potenciándolas, ayudándoles también a aceptar sus dificultades). Por último, es imprescindible dar valor a lo que nos cuentan los niños, para que puedan sentirse escuchados y entendidos.
Me ha supuesto un enriquecimiento personal a la vez que practico y laboral, mi paso por está temática llevada a cabo en el Instituto.
No hubiera creído nunca que me enfrentaría a varios casos de “acoso invisible”, como hemos determinado al que he centrado mi estudio y además, lo que menos aún había pensado era que podía haber presenciado un caso de acoso de una alumna a una profesora. Me pareció bastante increíble. Sobre todo por el aspecto de la alumna. Por eso, jamás debemos dejarnos llevar por las impresiones y debemos profundizar en los matices y los detalles que son los que hacen que podamos ver las cosas con claridad y lleguemos a poder dar una solución.

Sesión 14

EVALUACIÓN
Para valorar si se han conseguido los objetivos del proyecto, el procedimiento que presenta mayor validez de criterio es la observación. Este procedimiento ha de levarse a cabo con los agentes implicados en el programa (padres, profesores y alumnos), sobre todo para ver el grado de consecución del objetivo de sensibilizar a estos sobre el problema del acoso escolar.
Otros instrumentos evaluativos que sirven de gran ayuda son las entrevistas y los cuestionarios dirigidos para determinar el grado de información, concienciación y sensibilización sobre qué es el acoso, cuales son los síntomas que lo pueden determinar, por qué se debe intervenir y cómo hay que intervenir en este tipo de casos.
Todo lo expuesto anteriormente hace posible la evaluación de todo el proceso, pero más concretamente a la primera fase de reconocimiento de los casos y relativa a la información de lo que es el problema, cómo determinarlo, concienciar a todos los miembros de la comunidad educativa y de qué manera intervenir.
Para evaluar las segunda y tercera fases del practicum o proyecto, que es la intervención directa con los alumnos implicados en algún episodio de acoso, el método a utilizar será el mismo con el que se interviene, es decir, con entrevistas donde el entrevistador valora directamente las actitudes, tanto del agresor como del agredido para la solución del caso. Además, una de las partes son entrevistas de seguimiento e incluso el encuentro del grupo para establecer si se ha conseguido el cese de este tipo de conductas por parte del agresor o los agresores.
DIFICULTADES que me he encontrado llevando a cabo algunas entrevistas.
         A veces las cosas no salen perfectas y se plantean variaciones en los guiones. Se da el caso del chic@ que no quiere hablar, también hay chic@s que intentan negociar o quien no quiere cooperar de ninguna manera. Si alguna entrevista estaba yendo mal, la hemos interrumpido y hemos dicho: "Vale, si esta es tu actitud, de acuerdo. Yo creo que lo dejaremos por hoy. Te veré el próximo..."
Sin embargo, lo más frecuente es que el alumno coopere siempre que la persona que lo entrevista no es acusatoria y se atiene al guión.
VARIACIONES
· El chico no coopera: esperar en silencio hasta que hable. Si después de algunos minutos no ha dicho nada, puedes decir, "parece que no quieres hablar hoy. Quizás sea mejor que vuelvas a tu clase ahora". Entonces, a veces comienzan a hablar.
· No se les ocurren soluciones: hay que dar tiempo para pensar. No tener miedo al silencio. Si realmente no pueden dar una solución, se les puede dar una sugerencia, pero siempre con el permiso del chico. "Tengo una idea, ¿te gustaría oírla?"
· Si el chico ofrece una solución imposible o ridícula, no la rechaces negativamente.
Pregunta:"¿si eso sucediera, el acoso pararía?
· Si propone una solución que depende de otras personas, no hay que negociar. Se le comenta:
"Yo me refería a algo que pudieras hacer por ti mismo".
·"Yo no tengo nada que ver con eso". Si niega su participación, se debe echar marcha atrás y hablar de forma pausada sobre el contexto social en el que se está dando la agresión y aproximarse a la situación de la víctima. Al menor signo de admitir su participación, se vuelve al guión estipulado.
·"Él (la víctima) me lo hizo a mí antes". Cuando hacen continuas alusiones a la conducta provocativa de la víctima sintiéndose justificados en su conducta de acoso, ellos perciben que la víctima lo pide de alguna forma. No hay que rechazar la ira, la furia o la frustración del agresor contra la víctima. Hay que aceptar sus sentimientos pero, sin embargo, mantener que la víctima lo está pasando mal en esos momentos.

Tengo que decir, que mientras hemos realizado diversas entrevistas de esta temática tanto con alumnos como con profesores, también hemos atendido las necesidades diarias del Centro escolar. En más de una ocasión hemos realizado entrevistas informales que surgían de temáticas relacionadas con ésta.

Sesión 13


Metodología
     Las entrevistas que alguna vez hemos utilizado son basándonos entre otros, en el método Pikas, pero con diversas variaciones que nos han parecido convenientes a las circunstacias. Como he tenido la suerte de que mi tutor cuenta con una gran experiencia además de una sensibilidad especial para estos temas, en más de una ocasión me ha reconducido de forma muy cómoda para tratar de sacar el máximo a todos y cada uno de las entrevistas formales, informales, causales y no causales a las que nos hemos enfrentado. Lo digo así, porque en una ocasión nos hicimos los encontradizos con una afectada y provocamos en cierta forma que, finalmente, nos contara lo que estaba sucediendo.
Hago una breve referencia a este método PIKAS (MÉTODO DE PREOCUPACIÓN COMPARTIDA)
Es un método desarrollado por Anatol Pikas, psicólogo sueco del departamento de educación de la universidad de Uppsala, en 1989.
El método Pikas es un método de intervención terciaria para casos de acoso establecido en el que un grupo de chicos ha agredido a uno o más chicos de forma regular durante algún tiempo.
El método propone que los miembros del grupo de forma individual tomen conciencia de la situación en que participa, a través de charlas individuales por separado donde afloran sus miedos y reservas sobre el comportamiento intimidatorio en el que están participando.
En la parte final del método se produce una reunión conjunta en la que agresores y víctima se comprometen al cese de actitudes hostiles.
La edad adecuada para su aplicación va desde los nueve a los dieciséis años.

El planteamiento de éste método se basa en varios supuestos:
-El grupo cuando actúa participa de un componente psicológico común.
-Esos pensamientos y sentimientos del grupo son más simples que los de sus componentes individualmente.
-Cada individuo del grupo teme a nivel individual ese componente psicológico común. Este componente actúa como presión para conformarse a lo que haga el resto del grupo. Se produce lo que se llama “contagio social” (Olweus, 1998). La culpa o responsabilidad se difumina y existe miedo a convertirse en víctima si no se hace lo que dice el grupo.

Sesión 12

Las estrategias que permitan tener un centro seguro deben girar alrededor de:
- como fomentar conductas cooperativas.
- Crear actitudes antiacoso.
- Desarrollar estrategias preventivas de inclusión en el currículo.
- Utilizar técnicas de resolución y mediación en conflictos.
- Aplicar planes de modificación de conductas.
Los testigos o espectadores, tan necesarios para el ejecutor de la agresión y tan humillantes para la víctima son la clave para resolver el asunto pues éstos, más allá de que disfruten o no del espectáculo, que estén o de acuerdo con el merecimiento del accionar del acosador o no, no sienten la obligación de acusar ni serán víctimas de un castigo institucional “sólo por mirar”; es decir, que nada les impide hablar de la escena.
En esta ronda de conversación, guiada por un profesional se les debe invitar a describir los hechos con todos los detalles necesarios para luego reflexionar respecto de las consecuencias físicas si hubiera un castigo físico, psicológicas si se tratara de insultos o humillaciones o académico si el acosador hubiera elegido destruir objetos escolares o la tarea de su víctima.
Ofrecerles el anonimato de sus relatos, así como el de los protagonistas puede ayudar a una mayor sinceridad y apertura de los testigos que, en ningún caso, quieren que el acosador les “tome de punto” por delatarlo. Así mismo, el profesional debe instruir a los testigos a que, en una próxima ocasión, intenten detener la violencia sin usar más violencia y solidarizarse con la víctima.
De todo esta idea, hemos hablado con diversos compañeros de clase de los agredidos y nos han “confesado” que sabían que tenían que haber acudido a nosotros antes.
Considero que ninguna de las entrevistas y actividades que hemos ido realizando mi tutor y yo, han sido en vano.
Todas han tenido un porqué, un motivo y una respuesta a cada una de las preguntas que nos hacíamos.

Sesión 11

La detección del acoso escolar y de los agresores
Deberemos prestar atención en diversos aspectos del alumno. Estos “consejos” pueden ayudar también a los padres a reconocer en sus hijos si éstos están sufriendo acoso.
Aumentar la observación en lugares menos frecuentados por adultos (patios, vestuarios, rincones pasillos, entre clases, en actividades extraescolares…)
Recoger información de distintas fuentes (profesorado, familias, personal no docente, alumnado…)
Tener estructuras en el centro educativo donde expresar denuncias y reclamaciones (buzón de sugerencias, comisión de convivencia…)
            Debemos fijarnos también en:
-              Cambios en el estado de ánimo. Presta atención si tu hijo parece triste y decaído continuamente.
-              Cambios en el comportamiento. Si se muestra extraño y huidizo. También distraído, absorto en sus pensamientos, olvidadizo y asustadizo.
-              Nervios. El estado de nerviosimo se refleja en miedos nocturnos, micción en la cama, tics nerviosos, irritabilidad, etc.
-              Mentiras. Finge enfermedades o intenta exagerar sus dolencias: dolores de cabeza, de tripa, etc.
-              Golpes en el cuerpo. Presenta moratones o heridas.
-              Evita o falta a la escuela. Rehúsa ir a la escuela, expone objeciones varias, simula malestar. Llega a faltar al colegio y da explicaciones poco convincentes cuando se le pregunta el porqué o adónde fue.
-              No se relaciona con otros niños.
Las características de los agresores
El estudio de las características de los alumnos que acosan a sus compañeros proporciona una información de gran relevancia para la prevención. Entre las características observadas con más frecuencia destacan las siguientes: una situación social negativa, aunque tienen algunos amigos que les siguen en su conducta violenta; una acentuada tendencia a abusar de su fuerza; son impulsivos, con escasas habilidades sociales, baja tolerancia a la frustración, dificultad para cumplir normas, relaciones negativas con los adultos y bajo rendimiento y dificultad de autocrítica, problemas que se incrementan con la edad.
Entre los principales antecedentes familiares suelen destacarse: la ausencia de una relación afectiva cálida y segura por parte de los padres, que manifiestan actitudes negativas o escasa disponibilidad para atender al niño; y fuertes dificultades para enseñar a respetar límites, combinando la permisividad ante conductas antisociales con el frecuente empleo de métodos coercitivos autoritarios, utilizando en muchos casos el castigo físico. Utilización que tiende a ser justificada de forma mayoritaria en nuestra sociedad y que debe ser destacada como una condición de riesgo de violencia general, incluyendo el acoso escolar y la violencia de género.
En estudios tales como (Díaz-Aguado, Martínez Arias y Martín Seoane, 2004), también se refleja que los agresores tienen menor disponibilidad de estrategias no violentas de resolución de conflictos, detectando, además, las Adolescencia y comportamiento de género siguientes carencias en torno a las cuales convendría orientar también la prevención de este problema:
1) Están más de acuerdo con las creencias que llevan a justificar la violencia y la intolerancia en distinto tipo de relaciones, incluidas las relaciones entre iguales, manifestándose también como más racistas, xenófobos y sexistas. Es decir que tienden a identificarse con un modelo social basado en el dominio y la sumisión, que subyace tanto al sexismo como al acoso.
2) Tienen dificultades para ponerse en el lugar de los demás. Su razonamiento moral es más primitivo que el de sus compañeros, siendo más frecuente entre los agresores la identificación de la justicia con “hacer a los demás lo que te hacen a ti o crees que te hacen”, orientación que puede explicar su tendencia a vengar reales o supuestas ofensas. Y se identifican con una serie de conceptos estrechamente relacionados con el acoso escolar, como los de chivato y cobarde, que utilizan para justificarlo y mantener la conspiración del silencio que lo perpetúa. Este razonamiento más primitivo también se manifiesta en dilemas morales sobre violencia de género, que con frecuencia dejan sin responder.
3) Están menos satisfechos que los demás con su aprendizaje escolar y con las relaciones que establecen con los profesores. Parece existir, en este sentido, una estrecha relación entre la tendencia a acosar a los compañeros y la tendencia a acosar al profesorado, y entre ambos problemas y la percepción de haber sufrido este tipo de situaciones en la relación con los profesores (Mendoza, 2005).
4) Son percibidos por sus compañeros como intolerantes y arrogantes, y al mismo como que se sienten fracasados. El conjunto de las características en las que destacan sugiere que cuentan con iguales que les siguen en sus agresiones, formando grupos con disposición a la violencia, en los que se integrarían individuos que han tenido pocas oportunidades anteriores de protagonismo positivo en el sistema escolar.
5) En las edades en las que se basa este estudio, adolescencia temprana (13-15 años), en los cursos de Educación Secundaria Obligatoria en los que se experimenta una mayor dependencia del grupo de compañeros y una mayor identificación con las creencias sexistas y de justificación de la violencia.
Los resultados en diversos estudios ponen de manifiesto la necesidad de considerar simultáneamente los distintos tipos de violencia en los intentos de prevenirla desde la escuela, erradicando situaciones de exclusión desde las primeras etapas educativas, y favoreciendo la identificación con los valores de respeto mutuo, empatía y no violencia.

Sesión 10

La prevención del acoso escolar es relevante con el objetivo de reconocerlo lo antes posible, para posibilitar la solución adecuada lo antes posible. Para ello, podríamos:
Creación y difusión de estructuras y recursos para recibir denuncias, reclamaciones y quejas: buzón de sugerencias, teléfono amigo, comisión antibullying
Formación del profesorado en el manejo de conflictos y en la enseñanza de habilidades de interacción personal y social.
Formación del alumnado en habilidades que le permitan interactuar de forma adecuada (escucha activa, defensa asertiva de opiniones, peticiones, rechazos…)
Crear comisiones de alumnos que se impliquen en el desarrollo de la convivencia positiva en el centro, con representantes de todos los niveles.
Implicar a los padres para que participen en las estructuras y medidas de mejora de la convivencia del centro.
Es necesario prevenir este tipo de violencia entre los escolares, según Vicente Garrido Genovés, nos indica algunas de las causas de la presencia en la escuela, de comportamientos violentos e indisciplina:
Pérdida de capacidad socializadora de la familia
El cambio sociodemográfico vertiginoso en el alumnado
Falta de recursos económicos y humanos
Necesidad de formación del profesorado frente a la nueva realidad
Pérdida de la “cultura del esfuerzo”

Mª José Díaz Aguado marca una serie de condiciones para prevenir toda forma de violencia, incluido el acoso escolar:
Adaptar la educación a los actuales cambios sociales, desarrollando la colaboración a múltiples niveles.
Para lo cual hay que llevar a cabo importantes innovaciones educativas tanto en la familia como en la escuela: redefiniendo los papeles a partir de los cuales se estructura la interacción educativa, dando a los adolescentes un papel más activo en su propia educación, y poniendo en marcha nuevos esquemas de colaboración entre ambas instituciones así como con el resto de la sociedad.

Reconocer las múltiples condiciones de riesgo de violencia

Entre las condiciones de riesgo detectadas en los estudios científicos, y que suelen verse reflejadas en la mayoría de los casos de violencia escolar, cabe destacar: la exclusión social o el sentimiento de exclusión, la ausencia de límites, la exposición a la violencia a través de los medios de comunicación, la integración en bandas identificadas con la violencia, la facilidad para disponer de armas y la justificación de la violencia en la sociedad en la que se producen. Y faltan condiciones que hubieran podido proteger de dichos riesgos; como: modelos sociales positivos y solidarios, colaboración entre la familia y la escuela, contextos de ocio y grupos de pertenencia constructivos, o adultos disponibles y atentos para ayudar. La prevención de la violencia debería situarse en todos estos niveles, reduciendo las condiciones de riesgo e incrementando las condiciones de protección.
Mejorar el vínculo educativo y erradicar situaciones de exclusión desarrollando el "empowerment"

Los estudios sobre el origen de la violencia llevan a destacar la falta de calidad del vínculo educativo como una de sus principales causas. Para prevenirla desde la escuela es imprescindible que el profesorado desarrolle su poder de referencia así como distribuir el protagonismo académico entre el alumnado. Para incrementar con ello lo que suele denominarse en distintos foros internacionales como empowerment. La escuela debe promoverlo favoreciendo que cada alumno/a defina y desarrolle sus propios proyectos escolares.
Desarrollar alternativas a la violencia reactiva e instrumental y romper la conspiración del silencio sobre la violencia escolar

Para prevenir la violencia conviene diferenciar la que se produce de forma reactiva de la que se utiliza como un medio.
La violencia reactiva es como una explosión, que surge cuando se experimenta un nivel de tensión o de dificultad que supera la capacidad de la persona (o del grupo) para afrontarlo de otra manera. Origina más violencia al aumentar a medio plazo la crispación que la provocó; y cuando se refuerza por permitir obtener a corto plazo determinados objetivos, pudiéndose convertir así en violencia instrumental, sobre todo si se justifica y si se carece de alternativas para lograrlos de otra forma. En función de lo cual se deducen dos importantes principios de prevención de la violencia reactiva:
1) desarrollar alternativas en el sistema (estableciendo cauces) y en los individuos (desarrollando habilidades) para expresar la tensión y la dificultad de forma constructiva, sin recurrir a la violencia;
2) y reducir los altos niveles de tensión y dificultad que viven determinados colectivos.
Las personas que utilizan la violencia instrumental, para alcanzar sus objetivos, suelen justificarla, dándole apariencia de legitimidad . Este tipo de violencia tiende a perpetuarse al impedir desarrollar otros procedimientos más complejos para conseguir lo que se pretende y al producir un alto nivel de crispación, provocando una serie de reacciones de violencia que contribuyen a legitimarla. Para prevenirla conviene:
1) enseñar a condenarla, que nunca está justificada la utilización de la violencia;
2) y desarrollar alternativas (en los sistemas y en los individuos) para resolver los conflictos sin recurrir a la violencia.
Favorecer una representación de la violencia que ayude a combatirla al reconocerla como la antítesis de la justicia
 Para favorecer el rechazo general a toda forma de violencia conviene insertarlo en un contexto más amplio: los derechos humanos, estimulando el desarrollo de: 1) la capacidad para ponerse en el lugar del otro, motor básico de todo el desarrollo socio - emocional y que en sus niveles más evolucionados se extiende a todos los seres humanos; 2) y la comprensión de los derechos universales y la capacidad de usar dicha comprensión en las propias decisiones morales, coordinando dichos derechos con el deber de respetarlos.

Educar para la tolerancia y prevenir el racismo y la xenofobia

Conviene tener en cuenta también la relación que suele observarse entre violencia y la forma tradicional de tratar la diversidad en la escuela tradicional, haciendo como si no existiera. Problema que puede explicar su escasa sensibilidad para combatir el acoso racista (humillaciones, generalmente verbales, asociadas a su identidad), que tienen alto riesgo de sufrir los alumnos de minorías étnicas, especialmente si están en desventaja académica o socioeconómica; problema que suele ser muy difícil de detectar para el profesorado y que, casi siempre, va más allá de las puertas de la escuela. Para prevenirlo, es preciso incluir el tratamiento del racismo en el currículum, dentro de programas globales que proporcionen experiencias de igualdad y ayuden a erradicar la exclusión.

Prevenir el sexismo construyendo la igualdad

Para superar el sexismo y la violencia con la que se relaciona es preciso crear las condiciones que nos permitan aspirar a la totalidad de los valores, haciendo posible que nadie tenga que identificarse con problemas como el control absoluto o la sumisión.
Incrementar la eficacia educativa de la disciplina para enseñar a respetar límites
Para mejorar la eficacia educativa de las medidas disciplinarias en la prevención de la violencia, conviene tener en cuenta que:
1.-Uno de los objetivos de la disciplina es enseñar a respetar ciertos límites.
2.-La impunidad ante la violencia genera más violencia.
3.-La sanción debe contribuir a diferenciar entre agresores y víctimas, superando distorsiones.
4.-La disciplina debe favorecer cambios cognitivos, emocionales y conductuales en la dirección de los objetivos educativos y estimulando la capacidad de adopción de perspectivas
5.-El respeto a los límites mejora cuando se aprenden habilidades no violentas de resolución de conflictos.
La colaboración entre la escuela, la familia y el resto de la sociedad
Para lo cual es preciso establecer nuevos esquemas de colaboración basados en el respeto mutuo (respecto al papel que cada agente educativo desempeña), orientando la colaboración hacia la búsqueda conjunta de soluciones para afrontar mejor un problema compartido: adaptar la educación a las exigencias de una sociedad en la que las dos principales instituciones educativas, caracterizadas hasta ahora por su aislamiento, ya no están ni pueden estar aisladas.
 Poner a disposición del profesorado los medios que permitan adaptar la escuela a una situación nueva
Para llevar a la práctica los principios anteriormente expuestos es preciso desarrollar las condiciones que permitan a los profesores llevarlas a cabo. Conviene tener en cuenta en este sentido la necesidad de apoyarles, facilitando que adquieran las habilidades necesarias para conseguirlo y creando condiciones que posibiliten la cooperación entre profesores; sin caer en la frecuente tendencia a sobrevalorar las posibilidades de los profesores para desarrollar objetivos muy complejos sin los medios necesarios, ni en la tendencia contraria, infravalorando la capacidad de unos profesionales para adquirir las habilidades necesarias que permitan adaptar la educación a las exigencias de la situación actual.

Sesión 9

Nos volvemos a centrar en las familias y les planteamos diversas preguntas tanto a los padres de niños que “padecen” algún tipo de acoso por parte de sus compañeros, como de aquellos que presentan claros indicios que llevan a cabo actuaciones “en contra” o son sujetos activos de este tipo de comportamiento a sus compañeros.
Lo más importante es tratar de conocer un poco más a los padres para tratar de encontrar explicaciones a determinadas conductas de los alumnos.
Es importante recordar a las familias que tienen la responsabilidad de comunicar cualquier hecho que conozca sobre el acoso al centro, mantener adecuados canales de comunicación con sus hijos, explicitar un código de conducta sobre el acoso independientemente del papel que ocupe su hijo/a en los hechos.

Quería dejar parte del cuestionario del que he utilizado, pero no puedo incluirlo en el blog. Dicho cuestionario,  (Fernández, Villaoslada y Funes, 2002) puede verse en su totalidad en la siguiente dirección:

Sesión 8

Pasamos la siguiente encuesta a los profesores para saber y conocer su opinión.
Este mismo día mantenemos una entrevista de manera individual con una profesora que esta siendo acosada por una alumna.
La citamos para tener otra entrevista con ella y que nos aporte los sms, las aportaciones a varias redes sociales por parte de dicha alumna y cualquier tipo de evidencia que ella nos ha comentado, tal y como, un arañazo en el coche particular, que evidentemente no puede demostrar que ha sido la menor. Aclara que, de haber sido así, automáticamente si hubiera ido a denunciarla a la policía.
De todas formas, tiene datos suficientes como para poder denunciar a la menor. No los especifico aquí por petición de la afectada.

Encuesta a profesores
1. ¿Cómo definirías el clima de relaciones interpersonales en tu clase?
a. Muy bueno (muy satisfactorio para tí y para los escolares).
b. Bueno (es un buen clima, aunque aspectos concretos se podrían mejorar).
c. Insatisfactorio (hay problemas de conjunto que no se resuelven fácilmente).
d. Muy malo (hay problemas permanentes, resulta muy duro trabajar así).
2. Señala las dos principales causas a las que atribuyes las malas relaciones (violencia y agresividad) entre escolares.
3. ¿Qué haces para mejorar las relaciones interpersonales en tu clase o tutoría?
4. Si estás en el patio del recreo y tienes que distinguir entre lo que es simplemente un juego rudo y una auténtica agresión ¿en qué aspectos (gestos, actitudes y hechos) te fijas?
JUEGO
AGRESIÓN
5. Nombra los tipos de actuaciones violentas más frecuentes entre los escolares.
6. ¿En qué lugares de la escuela y sus alrededores ocurren las agresiones/intimidaciones entre los escolares de tu centro?
7. ¿Qué sueles hacer cuando hay un conflicto de violencia entre escolares?
8. Describe brevemente los dos últimos conflictos reales entre escolares en los que te has visto implicado y cuál fue tu intervención.
9. Valora entre 1 y 5 las siguientes frases según tu grado de acuerdo: teniendo en cuenta que el 1 es Desacuerdo y el 5, De acuerdo.
10. Si quieres añadir algo más que no te hayamos preguntado y que consideres importante, este es el momento.
Las relaciones interpersonales son uno de los objetivos más importantes del desarrollo de mi curriculum.
Las agresiones y situaciones violentas son un grave problema en mi colegio.
Los problemas de violencia dependen, sobre todo, del contexto social y familiar del alumnado.
El profesor se encuentra indefenso ante los problemas de disciplina y agresiones del alumnado.
El propio profesor es en ocasiones el objeto de ataque del alumnado.
Los padres de los alumnos a menudo empeoran las situaciones de conflicto.
En los casos de violencia, me siento respaldado por el resto de compañeros de mi centro.
En mi clase, suelo controlar y atajar los conflictos y agresiones, no llegando a ser un problema.
Los profesores, sin ayuda de otros profesionales, no estamos preparados para resolver los problemas de malas relaciones y violencia en la escuela.
Para eliminar los problemas de violencia es necesario que el equipo completo de profesores tome conciencia y se decida a actuar.
Para eliminar los problemas de violencia entre compañeros que se producen en la escuela, hay que implicar a las familias.
La carga lectiva e instruccional actúa como una exigencia que impide dedicarse a asuntos como los problemas de malas relaciones interpersonales.
Para eliminar los problemas de violencia y mejorar las relaciones interpersonales hay que modificar el curriculum escolar.
Considero que comenzar un proyecto de intervención sobre las agresiones y violencia en esta escuela es una idea muy buena.
Si has valorado con 3, 4 ó 5 la frase anterior, ¿estarías dispuesto a participar en un proyecto para desarrollar estrategias de intervención sobre este tema?
A través de qué actuaciones educativas concretas:
...............................................................................................................................


Y deducimos que: En general, hay buen ambiente de trabajo y de convivencia en los diversos grupos del Centro. Claramente diferenciados los alumnos que presentan acoso escolar, y que previamente había sido, señalados, de alguna manera por los profesores.

Donde hemos encontrado más dudas ha sido a la hora de marcar los cabecillas de las posibles agresiones, aunque en su mayoría hayan sido de manera grupal.

Sesión 7

Entrevistas con las familias tanto de padres que tienen hijos titulares de las agresiones como de los padres de los alumnos que son victimas.
Para ello, contamos necesariamente con todas las familias afectadas y solicitamos su colaboración. Evitamos que los padres se sientan poco respaldados y tomen iniciativas individuales, que pueden agravar la situación de su hijo/a.

Mantendremos reuniones individuales con cada una de las familias de los afectados/as para informarles sobre la situación y las medidas adoptadas por el centro. No debemos caer en el error de buscar culpables y tender a obtener compromisos positivos.

No se aconseja tratar estos temas en reuniones generales de padres-madres. Deberemos ayudar a las familias a analizar la situación de forma realista, sin minimizar los hechos ni sobredimensionar las consecuencias.

Debemos escuchar a las familias y darles la oportunidad de que hablen de sus propios puntos de vista. Ellos son los más adecuados para darnos una visión de sus hijos que, posiblemente no se asemeje a la nuestra como docentes.

Orientaremos a las familias para fomentar el diálogo permanente padres-hijos.

Ofreceremos pautas que ayuden a afrontar de forma adecuada la situación de su hijo/a.
Resaltaremos la importancia de mantenerse alerta ante los comportamientos de los hijos/as.
Mantendremos una relación fluida y continuada centro escolar y familias con el objeto de coordinar la intervención

La actitud de los padres, es clave para afrontar el conflicto entre los alumnos.
Es importante que, a pesar de la angustia y ansiedad que puedan sentir al ser conocedores de algo así, puedan ir a hablar con el Centro (con el tutor o Jefe de Estudios, alguien que pueda conocer bien el ambiente en la clase) con la mayor calma que les sea posible. Desde ahí, se debe garantizar la seguridad del menor (mediante medidas de protección hacia la víctima y de sanción hacia el agresor). Los padres pueden pedir que se les informe de las medidas que se van a tomar, quedando ellos “al margen” de estas medidas para evitar enfrentamientos directos (con el niño agresor o su familia). También es recomendable que soliciten reuniones periódicas. Es importante que los padres puedan confiar en las acciones que va a realizar el centro, para poderles transmitir esta tranquilidad a sus hijos.
Las familias tienen derecho a participar en el proceso educativo de sus hijos, incorporando nuevas figuras en la vida cotidiana de los centros como los delegados y delegadas de padres y madres del alumnado. Los delegados representarán a todas las madres y padres del grupo, recogiendo sus inquietudes, intereses y expectativas para trasladarlas a los tutores.

El objetivo es, además de asesorar a las familias sobre el ejercicio de sus derechos y deberes, implicarlas en la mejora de la convivencia así como en la actividad docente del centro. Su elección se hará cada curso, antes de que finalice el mes de noviembre, por mayoría simple y mediante sufragio directo y secreto.

Se deben reforzar las tutorías electrónicas que hacen que los centros ofrezcan a las familias información de forma más rápida y clara. Figura la posibilidad de que padres y madres suscriban compromisos educativos, especialmente indicados para el alumnado que presenta dificultades de aprendizaje, y compromisos de convivencia, para los escolares que presenten problemas de conducta.

Sesión 6

Recordamos algunas de las consecuencias del acoso. El tutor y yo nos sentamos a reflexionar y comentar las características de cada uno de ellos.
Como sucede con otras formas de violencia, el acoso entre escolares puede dañar a todas las personas que con él conviven:
• En la víctima produce miedo y rechazo al contexto en el que se sufre la violencia, pérdida de confianza en uno mismo y en los demás, así como diversas dificultades que pueden derivarse de estos problemas (problemas de rendimiento, baja autoestima...).
• En el agresor aumentan los problemas que le llevaron a abusar de su fuerza: disminuye su capacidad de comprensión moral y empatía, identificándose con un estilo violento de interacción que representa un grave problema para su propio desarrollo, obstaculizando el establecimiento de relaciones positivas con el entomo que le rodea.
• En las personas que no participan directamente de la violencia pero que conviven con ella sin hacer nada para evitarla puede producir, aunque en menor grado, problemas parecidos a los que se dan en la víctima o en el agresor (miedo a poder ser víctima de una agresión similar, reducción de la empatía...); y contribuyen a que aumente la falta de sensibilidad, la apatía y la insolidaridad respecto a los problemas de los demás, características que aumentan el riesgo de que sean en el futuro protagonistas directos de la violencia.
• En el contexto institucional en el que se produce, la violencia reduce la calidad de la vida de las personas, dificulta el logro de la mayoría de sus objetivos (trasmisión de valores, aprendizaje, calidad del trabajo...) y hace que aumenten los problemas y tensiones que la provocaron, pudiendo activar una escalada de graves consecuencias.
- Tras pasar los cuestionarios se deducen 3 casos de acoso escolar entre chicos 3 casos en el centro de acoso invisible, entre chicas. Qué debemos hacer?
El acoso invisible del que partió la idea de hacer estas prácticas ha quedado claramente explícito. Llamo así, a un tipo de acoso más indirecto, no tan claro como el de las agresiones físicas o verbales. Como digo, se trata de la exclusión social, del desgaste de la amistad, del hacer correr falsos rumores, etc., en definitiva un tipo de acoso más soterrado, normalmente entre el alumnado femenino, y no por ello menos grave,  del que ya tenemos descritos algunos casos en el Centro.
De este tipo de acoso hemos podido detectar, al menos 1 de cada dos clases, y en algunos casos, hasta 1 por clase.
Es mucho menos “ruidoso” que otros tipos de acoso y mucho más difícil de detectar.
Aprovechando que mi tutor conoce muy bien a gran parte del alumnado del centro, ya sea por que alguno ha acudido a él para plantearle alguna duda o porque él se interesa de forma global por todos los alumnos.
Lo primero que nos planteamos.
Ser cauteloso en la aplicación de medidas y en la realización de algunas acciones para no exponerla a situaciones de riesgo.
Evitar el tratar públicamente en el aula la situación de acoso de forma que pueda sentirse aludida y experimentar vergüenza y humillación.
Proteger a la víctima durante todo el proceso de intervención:
Aumentando la supervisión y vigilancia del profesorado durante los descansos, recreos, comedor, baños, vestuarios, entradas y salidas del centro...
Creando grupos de compañeros solidarios (formados y determinados previamente) para acompañar a la víctima, fundamentalmente en los momentos de mayor riesgo.
Establecer reuniones individuales con la victima y con otros compañeros/as que favorezcan la comunicación y la libre expresión.
Desarrollar programas específicos de habilidades sociales (defensa de los propios puntos de vista, asertividad, defensa de derechos, petición de ayuda…)
Con el resto de compañeros de la clase de éstos, debemos:
Hacer saber al alumnado que no se van a aceptar agresiones de ningún tipo.
Elaborar proyectos antiviolencia: campañas, concursos de slogan…
Enseñar a poner nombre y expresar los sentimientos.
Crear y favorecer un clima escolar de rechazo a los malos tratos (violencia de género, bullying…)
Poner en marcha actividades de tutoría.
Crear grupos de ayuda: supervisores, tutores de otros niños, ayudantes de clase, ayudantes de recreo…
Favorecer el establecimiento de vínculos positivos entre los alumnos/as y la asunción de las responsabilidades personales y grupales.
Fomentar la cohesión grupal con actividades diversas (fiestas, proyectos, teatro, semana cultural…).
Potenciar en el alumnado formas sanas de compañerismo y solidaridad.
Favorecer la integración de todos los alumnos en el grupo y el desarrollo de habilidades prosociales a través de trabajos cooperativos.
-Por otro lado, nos sorprende muchísimo que nos encontramos un caso de acoso de una alumna a una profesora. Cuando cotejamos las entrevistas, Alumna/profesora, nos damos cuenta que es la segunda profesora del Centro que había tenido la misma situación con esta alumna en concreto.

Estas profesoras habían sido víctimas del Ciberbullying. Este tipo de acoso ha crecido notablemente es el acoso escolar a través de Internet, porque "ha aumentado el número de usuarios y ha descendido la edad de inicio del uso de las tecnologías.

Solo especificaremos un caso de las profesoras acosadas, ya que la segunda profesora no se encuentra en el Centro.

Por un lado, la participación de terceros, a veces sin conocer a la víctima, que hace que se multiplique el número de acosadores. Por otro, puede perdurar en el tiempo, de modo que, incluso cuando ha terminado problema en el centro escolar, el acoso puede continuar en Internet.
Y sucede que no da 'tregua' al acosado. Hasta ahora, la víctima sufría el acoso en el colegio, pero fuera de horario escolar estaba tranquilo. El 'ciberbullying' le priva también de eso: el acoso continúa en su tiempo de ocio, a través del e-mail, de las redes sociales...
Pero internet también aporta 'ventajas' a las víctimas. Por una parte, aumenta el número de espectadores que le apoyan. También le proporciona herramientas (foros...) para solicitar ayuda. Además, aporta una ventaja desde el punto de vista jurídico: queda constancia del acoso, que en muchos casos puede denunciarse por ser delitos tipificados (amenazas, injurias, suplantación de identidad...).

Mas bibliografía y webgrafía relacionada con la temática

FISHER, R., URY, W. Y PATTON, B., (1991) Obtenga el sí, El arte de negociar sin ceder. ED. GESTIÓN 2000, BARCELONA.
GOTZENS, C. (1986): La disciplina en la escolar. Madrid. Pirámide.
GALTUNG J. (1998): Tras la violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución, Bilbao, Gernika Gogoratuz.
JARES, X. R. (1996): El conflicto naturaleza y función en el desarrollo organizativo. En Jares, X. (1997): El lugar del conflicto en la organización escolar, en Revista Iberoamericana de Educación, Nº 15.
JARES, X.R. (2001): Educación y conflicto. Guía de educación para la convivencia, Madrid, Popular.
LEDERACH, J. P. (1984): Educar para la paz, Barcelona, Fontamara. (Nueva edición en prensa bajo el título ABC de la paz y los conflictos, Madrid, Catarata).
LEDERACH, J.P. (1996): El proceso de mediar un conflicto. Aula de Innovación, 63, Barcelona, p.79.
LEDERACH, J. P. (1998): Construyendo la paz: Reconciliación sostenible en sociedades divididas. Bilbao, Gernika Gogoratuz.
MORENO, J.M. Y TORREGO, J.C. (2001): El asesoramiento para la resolución de conflictos de convivencia en centros escolares: el enfoque de ‘respuesta global’, en Domingo, J. (Ed.): El asesoramiento a centros escolares, Barcelona, Octaedro, pp. 290-308.
OLWEUS, D.( 1998), Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Ed. Morata, Madrid,.
OLWEUS, D (1973); Hackkycklingar och översittare. Forskning om skolmobbning. Stockholm. Almqvist & Wicksell.
SMITH, P.K;MORITA, Y,: JUNGER-TAS, J,; OLWEUS, D,: CATALANO,R. Y SLEE, P. (1999) (eds); The Nature of school Bullying: A cross-National Perspective. London. Routledge.
TORREGO, J. C. (2001,a): Nuevos enfoques de actuación ante el conflicto y la convivencia escolar. En Fernández Isabel (coord.). Guía para la convivencia en el aula. Ed. Escuela Española.
TORREGO, J. C. (2001,b): Modelos de regulación de la convivencia, Cuadernos de Pedagogía, nº 304, pp. 20-28.
TORREGO, J.C. (coord.) (2000): Mediación de conflictos en Instituciones Educativas: Manual para la formación de mediadores, Madrid, Narcea.
TORREGO, J.C., Y FUNES, S., (2000,): El proceso de mediación escolar en los IES de la Comunidad de Madrid, Madrid, Organización y gestión educativa, 4, pp. 40-43.
TORREGO J.C. Y MORENO J.M. (2001): Resolución de conflictos de convivencia, Proyecto Atlántida, Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras y Federación de Padres y Madres Giner de los Rios.
Webs de interés:

  
Webs de interés:

  
· http://www.xtec.es/~jcollell/Z0%20Inici.htm: Página en catalán y en español muy interesante sobre bullying con materiales para trabajar con los alumnos en el aula, y guías para las familias, los alumnos y los profesores.

· http://www.pnte.cfnavarra.es/convive/ Página de la asesoría de convivencia del Gobierno de Navarra, con un apartado también para las familias.

· http://www.el-refugioesjo.net/  Artículos e información sobre bullying y otros tipos de violencia psicológica.

· http://www.acosoescolar.info/index.htm. Página en la que colabora Fundarco, incluye información general sobre el acoso escolar y un e-mail de contacto con la asociación Protégeles.

· http://www.acosomoral.org/indexbully.htm. Artículos sobre bullying.

·http://stopbullyingnow.hrsa.gov/es/indexAdult.asp?Area=preventiontips  Más consejos y recursos para la prevención.

· psicoforensebcn.drupalgardens.com/



Sesión 5

Se pasa un cuestionario mas específico a algunos alumnos de cada grupo de clase. Este ha sido elaborado por el tutor de mis prácticas y por mi:
Las conclusiones finales no las tomaremos hasta que unamos los datos recogidos de este test y de las diversas entrevistas con todas las partes.
TEST para averiguar grado de acoso escolar : Nunca, A veces,  Muchas veces

  1. No me dirigen la palabra
  2. A veces, me ignoran y pasan de mi.
  3. No quieren escuchar lo que opino.
  4. Me hacen burlas para reírse de mi.
  5. Me dejan solo.
  6. No me dejan hablar.
  7. No me siento querido en mi clase
  8. No considero que yo les importe
  9. No me considero uno más
  10. Me esconden cosas
  11. Mienten sobre mi al profesor
  12. Me gritan o me hablan muy mal.
  13. Me golpean
  14. Me hacen sentir mal
  15. Me aíslan del resto del grupo
  16. Se ríen de mi si me equivoco
  17. Me cogen mis objetos para chincharme
  18. Se meten con mi familia
  19. No puedo ser yo.
  20. Me siento que soy menos que los demás
  21. Me chantajean si digo algo a alguien
  22. Me mandan SMS desagradables a mi móvil o a mi twenty.
  23. Me dan patadas y golpes
  24. No me gusta hacer tareas en grupo
  25. Me insultan continuamente
  26. Se dirigen a mi de forma violenta
  27. Se ríen por mi aspecto físico
  28. Se ríen por mi forma de ser
  29. Se ríen por cómo me expreso
  30. Se ríen por mi forma de vestir
  31. Estarían más contentos si yo no estuviera.
  32. Me obligan que haga cosas que no quiero hacer.
  33. Me llaman por un apodo: gafotas, orejón...)
  34. No me dejan jugar con ellos.
  35. Me obligan a que les de mis cosas
  36. Me hacen quedar mal
  37. Me dan miedo
  38. No tengo carácter para hacerles frente
  39. Me hacen sentirme cohibido
  40. Me quitan la comida