EVALUACIÓN
Para valorar si se han conseguido los objetivos del proyecto, el procedimiento que presenta mayor validez de criterio es la observación. Este procedimiento ha de levarse a cabo con los agentes implicados en el programa (padres, profesores y alumnos), sobre todo para ver el grado de consecución del objetivo de sensibilizar a estos sobre el problema del acoso escolar.
Otros instrumentos evaluativos que sirven de gran ayuda son las entrevistas y los cuestionarios dirigidos para determinar el grado de información, concienciación y sensibilización sobre qué es el acoso, cuales son los síntomas que lo pueden determinar, por qué se debe intervenir y cómo hay que intervenir en este tipo de casos.
Todo lo expuesto anteriormente hace posible la evaluación de todo el proceso, pero más concretamente a la primera fase de reconocimiento de los casos y relativa a la información de lo que es el problema, cómo determinarlo, concienciar a todos los miembros de la comunidad educativa y de qué manera intervenir.
Para evaluar las segunda y tercera fases del practicum o proyecto, que es la intervención directa con los alumnos implicados en algún episodio de acoso, el método a utilizar será el mismo con el que se interviene, es decir, con entrevistas donde el entrevistador valora directamente las actitudes, tanto del agresor como del agredido para la solución del caso. Además, una de las partes son entrevistas de seguimiento e incluso el encuentro del grupo para establecer si se ha conseguido el cese de este tipo de conductas por parte del agresor o los agresores.
DIFICULTADES que me he encontrado llevando a cabo algunas entrevistas.
A veces las cosas no salen perfectas y se plantean variaciones en los guiones. Se da el caso del chic@ que no quiere hablar, también hay chic@s que intentan negociar o quien no quiere cooperar de ninguna manera. Si alguna entrevista estaba yendo mal, la hemos interrumpido y hemos dicho: "Vale, si esta es tu actitud, de acuerdo. Yo creo que lo dejaremos por hoy. Te veré el próximo..."
Sin embargo, lo más frecuente es que el alumno coopere siempre que la persona que lo entrevista no es acusatoria y se atiene al guión.
VARIACIONES
· El chico no coopera: esperar en silencio hasta que hable. Si después de algunos minutos no ha dicho nada, puedes decir, "parece que no quieres hablar hoy. Quizás sea mejor que vuelvas a tu clase ahora". Entonces, a veces comienzan a hablar.
· No se les ocurren soluciones: hay que dar tiempo para pensar. No tener miedo al silencio. Si realmente no pueden dar una solución, se les puede dar una sugerencia, pero siempre con el permiso del chico. "Tengo una idea, ¿te gustaría oírla?"
· Si el chico ofrece una solución imposible o ridícula, no la rechaces negativamente.
Pregunta:"¿si eso sucediera, el acoso pararía?
· Si propone una solución que depende de otras personas, no hay que negociar. Se le comenta:
"Yo me refería a algo que pudieras hacer por ti mismo".
·"Yo no tengo nada que ver con eso". Si niega su participación, se debe echar marcha atrás y hablar de forma pausada sobre el contexto social en el que se está dando la agresión y aproximarse a la situación de la víctima. Al menor signo de admitir su participación, se vuelve al guión estipulado.
·"Él (la víctima) me lo hizo a mí antes". Cuando hacen continuas alusiones a la conducta provocativa de la víctima sintiéndose justificados en su conducta de acoso, ellos perciben que la víctima lo pide de alguna forma. No hay que rechazar la ira, la furia o la frustración del agresor contra la víctima. Hay que aceptar sus sentimientos pero, sin embargo, mantener que la víctima lo está pasando mal en esos momentos.
Tengo que decir, que mientras hemos realizado diversas entrevistas de esta temática tanto con alumnos como con profesores, también hemos atendido las necesidades diarias del Centro escolar. En más de una ocasión hemos realizado entrevistas informales que surgían de temáticas relacionadas con ésta.
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