Conclusiones finales:
No podemos perder de vista las medidas de prevención: la educación en valores, empatía y en el respeto de las diferencias son fundamentales para que éstas situaciones no se produzcan. También el que los papás puedan enseñar a los niños a defenderse y hacerse respetar (desde la palabra), a no reírse cuando se meten con un compañero y a poder acudir a un adulto si sienten que ellos no pueden hacer nada para dar fin a la situación. Todo esto será más fácil si existe una relación de confianza suficientemente buena entre padres e hijos y si los niños tienen una autoestima lo suficientemente sólida (ahí los papás pueden ayudar valorando sus cualidades positivas y potenciándolas, ayudándoles también a aceptar sus dificultades). Por último, es imprescindible dar valor a lo que nos cuentan los niños, para que puedan sentirse escuchados y entendidos.
Me ha supuesto un enriquecimiento personal a la vez que practico y laboral, mi paso por está temática llevada a cabo en el Instituto.
No hubiera creído nunca que me enfrentaría a varios casos de “acoso invisible”, como hemos determinado al que he centrado mi estudio y además, lo que menos aún había pensado era que podía haber presenciado un caso de acoso de una alumna a una profesora. Me pareció bastante increíble. Sobre todo por el aspecto de la alumna. Por eso, jamás debemos dejarnos llevar por las impresiones y debemos profundizar en los matices y los detalles que son los que hacen que podamos ver las cosas con claridad y lleguemos a poder dar una solución.
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